365 Días de Bronceado

¿Sabías que no necesitas de los rayos del sol para broncearte? Apostamos a que quieres mantener ese colorcito que tomó tu piel en las vacaciones... ¡Sonríe! Tenemos buenas noticias para ti: existen varios trucos que puedes hacer para lucir un bronceado envidiable durante todo el año.

BRONCEADA DESDE EL INTERIOR
Deja de lado el sol, las camas de bronceado y los químicos. Antes y después de broncearte, es importante que incluyas en tu dieta básica, alimentos que ayuden a darle a tu piel un toque de color parecido al que pueden darle los rayos UV – ¡incluso en épocas en las que no haya sol! Consume ½ taza diaria de alguno de los siguientes alimentos y en aproximadamente cuatro semanas, te darás cuenta del bronceado natural que dejarán sobre tu piel.

NO LE TEMAS AL AUTOBRONCEADOR
Cuando escuchas – o lees – la palabra autobronceador… ¿Vienen a tu mente imágenes de la típica chava de piel blanca con un bronceado anaranjado súper falso? Deja de atormentarte por el mal olor al transpirar, las manos oscuras y múltiples manchas de color en todo tu cuerpo. Elige tu autobronceador ideal y aprende a aplicarlo como toda una pro.

Si tu piel es seca, elige uno en crema, si es la primera vez que lo vas a hacer, elige uno en mousse; si tienes piel grasa, entonces opta por las lociones y si tienes mucha prisa, entonces uno en aerosol será el indicado.

Antes de aplicar el producto, depila las áreas necesarias, exfólialas e hidrátalas. Asegúrate de hacerlo cuando tus poros estén completamente cerrados – no vayas a aplicarlo inmediatamente después de bañarte, ¡ni por error! Si no quieres dejar rastro, te recomendamos usar unos guantes – de preferencia, especiales – para que las palmas de tus manos y tus uñas no queden pintadas. Aplicar el producto periódicamente unos días antes de exponerlo al aire libre, será el mejor consejo que podremos darte.

No abuses con la cantidad de producto, recuerda que entre más natural se vea el color, mejor. Y si por ahí quedaron algunas manchitas, desparécelas vertiendo un poco de aceite de bebé – o de coco – sobre un pad de algodón y difumina con movimientos suaves y circulares.

TOQUE FINAL
Un bronzer puede hacer que tu piel luzca como besada por el sol, pero si no aplicas el tono y la textura ideal, también puede hacerla lucir fatal. Para que el color se vea muy natural, el cambio de tono debe ser gradual, sutil y discreto.

Es muy importante que sepas que el bronzer no reemplaza ni sirve para hacer contouring, pues éste hace una transición “natural” hacia los radiantes tonos dorados, jugando con pigmentos cálidos iluminadores, mientras que en el contouring jugamos con los efectos de las sombras, proporcionando profundidad, dimensión y moldeando las facciones del rostro.
Así que ya sabes… ¡Extiende tu look de verano lo que resta del año y luce un bronceado eterno!


Escrito por: Fotografías por: Shutterstock