Producimos con energía renovable

En Oriflame creamos productos al puro estilo sueco, es decir, usando ingredientes y exfoliantes 100% naturales inspirados en la ciencia y la naturaleza sueca. Nos importa mucho la manera con la que lo hacemos. Es por esto que hemos estado trabajando para que el 100% de la energía que usemos en nuestras plantas propias en Europa sea renovable, esto es parte de un compromiso que tenemos que lograr la neutralidad de carbono en nuestras operaciones. ¡Y ya lo logramos desde el 2019: somos una empresa neutral en carbono en nuestras operaciones propias!

 

¿Cómo logramos 100% de electricidad renovable en nuestras plantas?
Desde 2018, hemos comprado electricidad renovable rastreable para todas las plantas operadas por Oriflame. En 2019 igualamos nuestro consumo de electricidad con Garantías de Origen en Europa y la Norma Internacional REC (I-REC) en otros continentes, el origen de esta electricidad es una mezcla de energía eólica, solar e hidráulica que nos permite reducir la huella de carbono.



¿Cómo nos ayuda esto a reducir nuestra huella de carbono?
La huella de carbono mide el impacto ambiental traducido en toneladas de CO2 que genera una empresa través de su operación, este último concepto implica desde cómo se diseña un producto, su proceso de fabricación hasta su distribución y finalmente la forma con la que se manejan sus empaques al término de su ciclo de vida. Al tomar en cuenta el medioambiente en cada una de estas etapas es que se logra una mejora en la reducción de la huella de carbono.



¿Cómo compensamos la huella de con mejoras ambientales en nuestra operación?
Para aquellas emisiones de carbono que no pudimos reducir a cero en el 2019, hemos decidido compensarlas, esto se hizo mediante la compra de compensaciones de créditos de carbono en proyectos de reforestación y conservación de bosques en la India, China, México e Indonesia. Gracias a estos proyectos, logramos proteger y reforestar 6 millones de árboles.

En México, el proyecto de reforestación se hizo con árboles de teca en los estados de Tabasco, Chiapas y Campeche, al sur de México. Además de los beneficios climáticos, este proyecto apoya al desarrollo económico regional proporcionando oportunidades laborales a la población local, mediante la capacitación en materia de ordenación forestal y creando una cadena de suministro sostenible de madera de teca.

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